S.

Te coje de la mano, se acerca, sientes su respiración. Te empieza a tocar el pelo, suavemente como solo el sabe tocarte, te da un beso en la mejilla y baja lentamente hacia el cuello, empieza a bajar las manos por tu espalda y se ha cerca el cada vez mas y mas. Se para. Te mira, como nunca te hubiese visto, te sonríe y te besa en la boca. Un beso corto acompañado de otro mas largo y húmedo. Un beso precioso. Le sonríes. Es el. Te quita la  camiseta lentamente, te agarra con toda su fuerza por la cadera y te besa otra vez en la boca. No tan suave, ni tan lento, es tan sexy, tan el. Se quita la camiseta. Te derrites. Empezáis a besaros tan fugaz mente. Como si fuerais imanes, sin poder despegaros, te baja los pantalones, te besa una y otra vez. Le quitas los pantalones. No puedes resistirte, es el. Sera el primero. Te besa, y te besa, y mientras lo hace empieza a buscar sobre tu espalda el botón de tu sujetador. Lo encuentra. Te pones nerviosa. Pero antes de soltártelo te mira, sonríe y te dice; "te quiero". Le besas, lo amas. Te lo suelta. Te mira como si fueras una diosa, su diosa. Estáis desnudos. Le quieres. Es el, lo sabes.